15 de septiembre de 2011

Ponencia presentada en COMCIS 2011

Ponencia presentada en el Congreso Comunicación/Ciencias Sociales desde América Latina: “Tensiones y Disputas en la Producción de Conocimiento para la Transformación", Facultad de Periodismo y Comunicación Social, UNLP, 2011.

Resumen
Esta ponencia propone un primer ejercicio de profundización y definición conceptual de la línea de investigación corporalidad/es y estigma/s en el marco del Instituto de Investigaciones en Comunicación (IICOM) de la FPyCS, UNLP. El objetivo del trabajo es comenzar a desarrollar un Estado del Arte para dar cuenta de aquellas perspectivas, autores y obras que deban ponerse en tensión necesariamente hacia la definición de un enfoque propio (lo que supone un recorte científico y también ideológico sobre los posibles objetos que estén atravesados por la línea), partiendo de la relación entre estudios sociales del cuerpo y de construcción de procesos de estigmatización.



Desarrollo
El cuerpo es constitutivo del sujeto social y es indisoluble de la subjetividad y del modo de habitar y disputar el mundo con otros. El poder modela los cuerpos y se imprime en ellos de formas variables en los distintos contextos sociales, históricos, políticos y económicos, determinando conceptualizaciones, representaciones y usos del cuerpo distintos e incluso opuestos a lo largo del tiempo. Retomando a Le Breton  llamaremos ‘corporalidad’ a los sentidos construidos socialmente en torno al cuerpo.
Aunque nunca fue un objeto privilegiado de las ciencias sociales, los estudios sobre el cuerpo son de larga data, si ubicamos como inicio las investigaciones criminológicas, psiquiátricas y psicológicas realizadas desde el higienismo del siglo XIX, aunque el conocimiento científico sobre el cuerpo pueda traducirse como práctica de control social desde Paracelso (1493-1541), sobre cuyos saberes se asentaron las primeras profesiones terapéuticas universitarias. 
Por supuesto que las preguntas sobre el cuerpo son previas, si tomamos en cuenta que pueden rastrearse representaciones religiosas, artísticas y culturales sobre el cuerpo desde que el hombre es hombre. 
En este sentido estructuramos la ponencia sobre tres ejes o momentos:
-Primero indagaremos sobre algunas definiciones o representaciones en la historia en torno al cuerpo, que lo ubican como centro de las preguntas sobre la existencia y la muerte.
-En segundo lugar retomaremos conceptos clave de las ciencias sociales para pensar la relación cuerpo/estigma. Para ello revisaremos las obras de David Le Breton, La sociología del cuerpo, y de Erving Goffman, Estigma.
-En la tercera parte se incluirá un primer relevamiento de investigaciones actuales que estén pensando esta articulación conceptual o que pueden ponerse en relación a la línea de investigación que empezamos a definir.

El cuerpo en la historia 
La historia se sucede en la relación permanente entre los cuerpos, los contextos y el entorno. De aquí que en las pinturas rupestres el hombre se dibuje en acción: luchando contra un mamut, cazando ciervos, pastoreando animales. Ya con la escultura, el cuerpo inerte que se graba en piedra o en madera comienza a tomar una tercera dimensión. 
El hombre primitivo que llamamos homo sapiens, aquel que se paró (homo ergaster) y comenzó a caminar, amplió su conocimiento del mundo cuando tuvo conciencia de su corporalidad. Sus pasos, ágiles y no torpes como aquellos del pre-hombre que se apoyaba en los pies y en los nudillos de la mano, lo invitaron a conocer el paisaje, a dejar sus circunstancias primeras y atreverse a mirar. Por esta razón, la historia comienza con un hombre que camina y que descubre posibilidades para crecer sus ganados o darle un uso a sus manos (un homo habilis).
Pero es quizás la Antigua Grecia el lugar donde ir a buscar algunas referencias ligadas a la concepción del cuerpo que persisten todavía hoy. La primera educación que un griego recibía era con relación al uso de su cuerpo, porque allí encontraba un orden (un cosmos) y una extensión a todas sus acciones. Por eso no es de extrañar que buena parte de la mitología griega gire en torno al cuerpo y defina la belleza del objeto corporal como el elemento necesario que debe estar al lado de toda sabiduría.
Pensemos también que la mayoría de los diálogos platónicos se llevan a cabo en banquetes, allí donde el cuerpo se alimenta y descansa (hay que tener en cuenta que los griegos, como los romanos, aprovechaban las grandes reuniones no sólo para conversar, sino para dormir o hacerse dar masajes). Además el cuerpo humano desnudo (y más precisamente el cuerpo masculino desnudo) es el tema central de la escultura y la pintura griegas desde el siglo VIII a.C. 
Pero la recuperación de algunas nociones antiguas sobre el cuerpo nos sirve sobre todo para dar cuenta de que las definiciones son históricas y están siempre en relación a contextos y disputas culturales y políticas. 

Referencias necesarias para pensar la tensión corporalidad/estigma 
Ya señalamos una primera aproximación a la definición de cuerpo a partir de la obra La sociología del cuerpo de David Le Breton . Retomaremos este trabajo que pone en evidencia la imposibilidad de una definición universal del cuerpo, pues incluso numerosas sociedades y comunidades no tienen un término para definirlo. Quizás para nosotros el cuerpo parece ser algo evidente pero, como señala Le Breton “no hay nada más difícil de penetrar que él” , dado que el cuerpo está construido socialmente, tanto en lo que se pone en juego en la escena colectiva como en las teorías que explican su funcionamiento o en las relaciones que mantiene con el hombre al que encarna. “Su caracterización, lejos de ser unánime en las sociedades humanas, es asombrosamente desafortunada y plantea muchos problemas epistemológicos. El cuerpo es una falsa evidencia: no es un dato evidente, sino el efecto de una elaboración social y cultural” .
Realizando un recorrido por líneas y autores que han abordado el cuerpo, la corporalidad y la prácticas corporales, Le Breton da cuenta de que incluso el saber médico occidental constituye una representación más, aunque se pretenda objetiva: “El cuerpo no es solamente una colección de órganos y de funciones coordinadas según las leyes de la anatomía y de la fisiología (…) En otras palabras, el saber biomédico, saber oficial del cuerpo en nuestras sociedades occidentales, es una representación del cuerpo entre otras.” . Por eso la tarea de las ciencias sociales consiste en comprender la corporeidad en tanto estructura simbólica y “no debe dejar de lado representaciones, imaginarios, conductas, límites infinitamente variables según las sociedades” .
En el recorrido bibliográfico que realiza Le Breton aparece otro de los autores que consideramos fundamentales para conceptualizar la línea de investigación: Erving Goffman. Las obras de Goffman que estudian el etiquetamiento de las personas en interacciones cotidianas, sobre todo cuando unos de los cuerpos es un cuerpo ‘extraño’, dieron lugar al concepto de estigma social. La imposibilidad de poder identificarse físicamente con el cuerpo extraño es el origen de todos los perjuicios que puede encontrar un actor social en su camino: porque es viejo o está moribundo, enfermo, desfigurado, o tiene una discapacidad o incluso una pertenencia religiosa o cultural diferente, etc. La alteración se transforma socialmente en estigma. Así, la condición de posibilidad del estigma social es que uno o varios actores y/o sujetos -con cierto poder para establecer, validar o reproducir criterios de legitimidad social- activen valoraciones negativas sobre otros. Goffman clasifica tres tipos de estigmas: “En primer lugar, las abominaciones del cuerpo (...) Luego los defectos de carácter del individuo que se perciben como falta de voluntad, pasiones tiránicas o antinaturales, creencias rígidas y falsas, deshonestidad (...) Por último, existen los estigmas tribales de la raza, la nación y religión” . Podemos actualizar estas categorías estableciendo la distinción entre estigma por condiciones físicas, psicológicas y socioculturales.
Aunque el concepto de estigma propuesto por Goffman ha sido revisado, criticado y actualizado, su aporte es fundamental para revelar relaciones de poder entre sujetos y grupos.

Corporalidad/es y Estigma/s como lente para mirar objetos 
Si definimos la corporalidad como la construcción social del cuerpo y el estigma como un proceso social de rotulación negativa que culmina en la desaprobación, rechazo, exclusión y discriminación de distintos sujetos, grupos o sectores, encontraremos una multiplicidad de investigaciones sociales en Argentina y América Latina que pueden ubicarse en el cruce de estos términos, aunque no aparezcan referenciadas como palabras clave de los trabajos. Es decir, no agruparemos trabajos que necesariamente expliciten este enfoque conceptual, sino que seleccionamos investigaciones que pueden ser miradas o atravesadas por la línea que nos proponemos trazar. En un repaso bibliográfico rápido, pudimos ubicar trabajos que abordan los siguientes aspectos:
-Reflexiones teóricas sobre el estigma, abordadas desde la comunicación intersubjetiva (Gómez Cabrera, 2011) o desde el psicoanálisis (Miric, 2003).
-Configuraciones mediáticas en torno a grupos o sectores estigmatizados, como ser los usuarios de drogas o los pobres, tanto en la prensa (Gómez y Domenighini, 2009; Del Olmo, 1997) como en el cine (de Lima Soares, 2005). 
-Trabajos de Antropología Médica, donde pueden incluirse investigaciones que analizan la criminalización del uso de drogas (Epele, 2007) y la estigmatización de la maternidad en la adolescencia (Adaszko, 2005), en ambos casos relacionadas a las dificultades que esto acarrea en el acceso al sistema de salud. Esta cuestión puntual es también observada por Del Olmo (1997) en relación a los medios y las representaciones en torno a los usuarios de drogas. 
-Estudios de prácticas corporales y sexuales estigmatizadas (Epele, 2004, Díaz Ledesma, 2011).
-Sociología del estigma (Miguez, 2004).
El objetivo de esta selección no es tanto identificar nodos problemáticos y tendencias comunes, sino dar cuenta de que los usos y discusiones sobre cuerpo y estigma permiten menos una unificación conceptual que la apertura hacia un enfoque que atraviesa múltiples objetos y campos disciplinares. Sin embargo es posible ver que los trabajos coinciden a grandes rasgos en definir al estigma como un proceso social dinámico, fuertemente ligado a relaciones de poder desigual y con graves consecuencias sobre la vida social de los estigmatizados. 

Consideraciones finales
Este breve repaso por los conceptos que definen la línea es apenas un punto de partida que nos sirve para identificar unas primeras definiciones y acuerdos sobre la propuesta. En este sentido podemos decir que la línea de investigación Corporalidad/es y Estigma/s propone pensar la construcción social del cuerpo (lo que definimos como 'corporalidad') cuando ésta opera en procesos de estigmatización (entendidos como procesos comunicacionales de rotulación que operan sobre la desaprobación, rechazo, exclusión y discriminación de ciertos sujetos y grupos).
Si cuerpo y estigma son construcciones sociales e históricas (y, por lo tanto, religiosas, culturales, políticas) éstas son dinámicas y variables, aunque fuertemente determinadas por quienes detentan las posiciones dominantes de poder.
Distintos intelectuales y corrientes de pensamiento fueron retomando estos saberes para su análisis y crítica desde el campo social, al amparo de los estudios inter y transdisciplinarios. El cuerpo que habita, el cuerpo distinto, enfermo, controlado y/o castigado (en tensión con las definiciones sociales sobre el cuerpo normal, cuidado, saludable y/o venerado), sigue conservando su riqueza como objeto emergente en las ciencias sociales y humanas, particularmente en este contexto que parece favorable para la visibilización y valorización de la diversidad en el marco de un Estado de derechos. Así lo indican al menos las recientes sanciones de la Ley de Matrimonio Igualitario, la nueva Ley de Salud Mental, las discusiones en torno a la legalización del aborto y a la despenalización de la tenencia de drogas para uso personal.
Así, para definir los límites de esta línea o, mejor dicho, los lugares por donde se propone transitar, serán retomados los aportes de la biopolítica, la sociología de la desviación y los estudios culturales, los estudios de género, y el análisis de discursos sociales en la construcción de imaginarios, entre otros; para profundizar el análisis de los mecanismos sociales de exclusión / inclusión, la construcción social de la norma y la desviación como procesos culturales y la estigmatización, etiquetamiento y la estereotipificación de prácticas y sujetos como procesos comunicacionales. Este espacio de producción de conocimiento propone también la revisión crítica de la construcción teórico-académica de lo diferente como “problema social” en su diálogo con discursos sociales masivos e imaginarios culturales.

Bibliografía
Adaszko, A. (2005) “Perspectivas socio-antropológicas sobre la adolescencia, la juventud y el embarazo”. En: Gogna, M. [et.al] (2005) Embarazo y maternidad en la adolescencia: estereotipos, evidencias y propuestas para políticas públicas. Buenos Aires, CEDES.
De Lima Soares, R. (2005) “Comunicación entre culturas: el cine brasileño y los estigmas sociales”. Revista Signo y Pensamiento N° 46. Facultad de Comunicación y Lenguaje, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. Disponible en: http://recursostic.javeriana.edu.co/cyl/syp/components/com_booklibrary/ebooks/4609.pdf
Del Olmo, R. (1997) “Los medios de comunicación social y las drogas”. En: Comunicar: Revista científica iberoamericana de comunicación y educación, ISSN 1134-3478, nº 9, 1997, págs. 119-124.
Díaz Ledesma, L. (2011) Masculinidad y feminidad en los discursos sociales. El lado oscuro y sinuoso de los mitos en Santiago del Estero. Tesis de Grado. FPyCS, UNLP, La Plata.
Epele, M. (2004). “Cuerpo, poder y uso de drogas”. En: Tram(p)as de la comunicación y la cultura n° 25, pp. 48-59, 2004, La Plata, Ediciones de Periodismo y Comunicación.
_____ (2007). “La lógica de la sospecha. Sobre criminalización del uso de drogas, complots y barreras de acceso al sistema de salud”. En: Cuadernos de Antropología Social Nº 25, pp. 151-168, 2007 © FFyL – UBA – ISSN: 0327-3776
Gómez, G. Y Domenighini, M. (2008). “Criminalización mediática: la construcción de significados sobre el delito y los jóvenes”. En: 10º CONGRESO REDCOM “Conectados, Hipersegmentados y Desinformados en la Era de la Globalización”. Universidad Católica de Salta. Salta 4, 5 y 6 de setiembre de 2008. Disponible en: http://www.ucasal.net/unid-academicas/artes-y-ciencias/congresos/redcom10/archivos/redcom-ponencia/Eje6/Mesa6-4/Gomez-Domenighini_PN_.pdf
Goffman, E. (2009) Estigma. La identidad deteriorada. Amorrortu, Buenos Aires.
Gómez Cabrera, A. (2011) “El estigma: un extraño forastero en la comunicación intersubjetiva” En: XXIII Encuentro Nacional Amic 2011, Pachuca, Hidalgo– Memoria.
Le Breton, D. (2011). La sociología del cuerpo. Buenos Aires, Nueva Visión.
Miguez, D. (2004) Los pibes chorros: estigma y marginación. Buenos Aires, Capital Intelectual.
Miric, M. (2003). “Las huellas del tabú: Aproximaciones al concepto de estigma”, Paradigmas, Año I, No.1., pp.50-62.

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